cuando en la vida me pregunten si me gusta santiago, voy a decir, pues claro pero después de las 10 y mucho mas en invierno, quizás le agregaría la sonrisa de la niña de tan lejos, la que me mostro el santiago del cual te hablo, de hecho imaginame caminado por una calle con adoquines, la lluvia en su maximo punto de exitacion, yo camino con un libro en la mano, no apuro el paso, la lluvia moja cada letra con sus gotas, la quiere borrar por que se envidia de lo que dice, por que es para ti...