miércoles, 7 de marzo de 2012

dEspedida.

Nota: texto de hace un buen tiempo a tras .

Que difícil fue mirar tus ojos y decir, ya no siento lo mismo, y a tu pregunta punzante de ¿sigues enamorado? , mi más sincero dolor te digo, no, vi caer las hojas en pleno verano, vi caer tus lagrimas en pleno verano. En la paradoja del sentir nos besamos, con el llanto en la garganta, sabiendo que eran nuestros más dulces besos de despedida, y te abrase fuerte como si pudiera guardar tu silueta para cuando me ataque la borrachera y tenga donde acurrucar esta alma en pena, me besabas con tanta pena que hasta la muerte lloraba, sabíamos que el amor dolía, pero cuando los corazones se aman se olvidan de ese dolor hasta cuando la sorpresa del cotidiano se deja caer, el tiempo tomo lo suyo, la soledad su parte y nuestro amor no tuvo más remedio que suidarse a solas.

En nuestras miradas, nos decíamos todos, intentamos disimular lo indisimulable, con algún que otro recuerdo de nuestro amor, de nuestras risas y la picardía de esas noches de pasión, recuerdas cuando…. Y la vez que…. Y cuando fuimos… las frases no hacían más que aumentar el dolor,

Me asaltas con las preguntas, ¿Dónde se fueron las sonrisas? ¿Dónde estarán esos sueños?¿qué hacemos con todas esas canciones que sentíamos cuando hacíamos el amor?¿cómo miro a los ojos de nuevo a Valparaíso?¿qué le digo a mi cuerpo que te extraña?, si tuviera una respuesta en mi vida ¿crees que estaría así? Te respondo y en un mirada fija comencé a llorar, tu como siempre, acurrucas mi pena, no sabíamos que pasaba, los porque y las culpas afloran, es natural, buscar fuera lo que está dentro, la gente sigue corriendo, un oficinista llama con la histeria característica de la vida rápida, yo solo quiero detener el tiempo y no soltar tu pálido cuerpo, el olor de tu pelo me hace llorar, cuanto te extrañare me dices mirando mis ojos aguados, yo no digo nada, creo haberlo llorado todo, y con eso mi alma ya se siente menos triste, pero triste a fin de cuenta, si supieras todo lo que pasa por estas venas, todo lo que lloro en las noches tratando de encontrar una sola respuesta, ahora solo busco dormir, ¿seré muy ambicioso? Quizás si, pero bueno si no sueño no puedo vivir.

Llegamos al tren triste, subterráneo, apretó tu mano, te volteas llorando, yo te miro y en un suspiro me encuentro en tu boca, estalla mi corazón, sabemos muy bien que es nuestra despedida, la noche nos dice que ahora es para siempre, cerramos con la ilusión de quizás en otra vida volver a vernos o que las casualidades perversas de la vida nos crucen, porque se que en la multitud nuestros corazones se reconocerán, y de nuevo tu y yo volveremos a llorar…

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